Hace 200.000 años un cuerpo celeste se aproximo en exceso a nuestro planeta. Su tamaño era suficiente para haber causado un desastre considerable. Por muy poco… paso de largo. Aunque si se produjo una lluvia de micro meteoritos que durante varias noches iluminaron el cielo nocturno. Fueron pocos, apenas 50 los que consiguieron atravesar la atmósfera la mayoría se hundieron en el mar otros se pulverizaron al impactar en el suelo solo 3 tal vez 5 cayeron en zonas poco compactas que amortiguaron el impacto pasando a ser el testimonio de que un día el “azar cósmico”, decidió que nuestro planeta fuese el punto final final de un viaje que pudo durar millones de años.

Durante miles de años insectos, aves y reptiles reposaron en la superficie de los aerolitos, un sinfín de mamíferos grandes y pequeños los pisaron lamieron y se orinaron como si de una roca común se tratase. Ni tan siquiera los distintos tipos de homínidos que se tropezaron con alguna de las rocas provenientes del espacio les llego a provocar ni el más mínimo interés.
Nada paso hasta que un grupo de “hombres” reparo en la presencia de una de esas piedras.
De lo que les ocurrió a esos hombres y la historia de sus descendientes es de lo que tratan estos apuntes.