Vivimos dentro de “vehículos de supervivencia cultural” que nos permiten sobrevivir colectivamente y se reproducen en cualquier entorno dado. Hay miles de estos vehículos, cada uno adaptado a diferentes ambientes, ejemplificados por la riqueza de lenguas de la humanidad. Genéticamente seguimos siendo una sola especie, pero culturalmente somos mundos aparte,comparables a los dinosaurios, aves y mamíferos.