Nuestro campamento estaba ubicado en un valle en cuyo centro se encontraba un lago que proporcionaba agua dulce, pesca e incluso caza; pues no eran pocos los animales que se se acercaban a orilla del lago a beber. Las trubus vecinas iban y venían según las circunstancias que siempre determinaba el clima. Los recursos no acostumbraban a ser un grave problema. La gente salía de los bosques cuando el frió era demasiado intenso y acechaban los lobos, o cuando al llegar la primavera, los hombres querían complacerse del calor y la luz de Isik. tan bien para fomentar las relaciones sociales. La receptividad de las hembras aumentaba con el buen tiempo lo que favorecía que las relaciones sexuales fueran constantes y numerosas.